En el mundo muchas personas son conocidas por lo que hacen y han logrado; pero luego, hay otras que se destacan por lo que “son”. ¡Éstas son mucho más valiosas para aprender de ellas!
Cuando encontramos personas que son magnánimas, que se caracterizan por su humildad y servicio a pesar de su grandeza, ¡marcan un gran impacto en nuestras vidas!
Se convierten en modelos atractivos a seguir, porque nos gusta su manera de ser y genera en nosotros querer saber cómo piensan.
Es hermoso ver que este tipo de personas dan honra a quienes se merecen honra. Saben reconocer de quiénes tuvieron el privilegio de aprender y que mucho de su logro se debe a su influencia.
Cuando un líder es agradecido valorando y honrado lo que ha recibido de Dios y de otras personas. Su magnanimidad es fortalecida por su agradecimiento, y lo convierte en un líder virtuoso.
¡Convirtámonos en líderes magnánimos que desarrollamos una cultura de grandeza y servicio!
Dres. Kees Jan y Candy de Maa
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