La teología del trabajo
¿Cómo ve Dios al pobre? ¿Cómo podemos ayudarles para no siempre tener que depender de otros?
Jesús nos habla del prójimo, como los otros que son como yo. A quienes les debo ver como yo. Creados a la imagen y semejanza de Dios.
Sus circunstancias pueden ser muy diferentes, pero, sus deseos y ambiciones son como las nuestras. Tanto, si viven en el primer o en el tercer mundo, todos somos seres humanos, y nos debemos ver unos a los otros de esa manera.
Cuando vemos al pobre como seres humanos, como hermanos de la humanidad, los trataremos como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Y si les vamos a ofrecer ayuda, debe ser la de verdad.
¿Sabes que la mayoría de los pobres no buscan que se les dé dinero o limosna?
El 99% de las personas a las que se les preguntó, ¿cómo te podemos ayudar? Dijeron:
“Quiero hacer negocio con usted”.
Porque, desean producir con el esfuerzo de su trabajo. Quieren ayuda para desarrollar su labor y aumentar su productividad. No buscan limosna. Quieren socios. Porque por medio de su trabajo, desean proveer para sus familias, y eso les hace sentirse orgulloso de ellos mismos.
¡Ayudemos adecuadamente al pobre para que salga de la pobreza!
¿Cómo podemos ayudar de verdad al pobre?
- Ayudándole en tiempo de crisis para que pueda salir de ella.
Como hizo el buen samaritano, que ayudó para que el hombre que había sido atacado, fuera restaurado y pudiera seguir su camino. - Ayudándole a que pueda seguir su camino. Ofreciendo la ayuda que le servirá a largo plazo. La que necesita para caminar su camino, para desarrollar la productividad del esfuerzo de su trabajo. Para que pueda producir finanzas para su hogar, y tenga autoestima al ver el fruto de su trabajo.
¡Ayudemos al pobre para que pueda valerse por sí mismo y proveer para su familia!
